jueves, noviembre 16, 2006

SF ha muerto...

...porque para volver a nacer es preciso morir. De modo que este blog dejará de ser mantenido a partir de hoy, porque nos vamos a...


¡Sí! ¡Nuevo nombre, nueva dirección, nueva plataforma, nuevas ideas...! Hoy todo cambia excepto la filosofía y los contenidos. Además, en el futuro todo esto formará parte de un proyecto mayor que promete ser apasionante.

Este año ha sido fantástico y no queremos que se acabe. ¡Nos vemos en nosololinux.com!

Las direcciones de sindicación de Nosololinux son éstas: Entradas y comentarios.

miércoles, noviembre 15, 2006

Entendiendo la memoria (del ordenador)

En muchos cursos de informática, lo primero que nos dicen es que el ordenador tiene dos tipos de memoria: RAM y ROM. La RAM es volátil y la ROM es el almacenamiento duradero, es decir, el disco duro. Esto es radicalmente incorrecto, y no sirve ni siquiera “para entendernos”.

Así que vamos a aclarar qué son esos “tipos” de memoria, qué clases hay en un ordenador y en próximas entradas explicaremos qué significa eso de RAM y ROM.

En un ordenador suele haber, en efecto, dos tipos de memoria. En un alarde de imaginación las hemos denominado “memoria principal” y “almacenamiento secundario”, y a pesar de las apariencias, estos nombres son bastante descriptivos (¡sí!).

Seguro que sabe lo que pasa si no ha guardado su documento de Word y se va la luz, o si pega la ya famosa patada al enchufe al estirarse... perderá su documento casi irremediablemente. ¿Por qué?

La información con la que trabaja el ordenador en un instante concreto está siempre en la memoria principal. Esto es porque la memoria principal es una memoria muy rápida y muy sencilla de acceder, que permite al ordenador usar los datos grabados en ella a una velocidad muy alta. Esta memoria es compleja desde un punto de vista tecnológico, por lo que resulta cara, y por eso los ordenadores tienen poca instalada.

Normalmente, esta memoria, en los ordenadores actuales es de tipo RAM. Cuando un ordenador tiene “1 GB de RAM”, tienen una memoria principal capaz de almacenar 1 GB.

La memoria tipo RAM como la que tiene su ordenador consiste en muchos dispositivos capaces de almacenar un 1 o un 0. Esta información se mantiene en forma eléctrica, y a nivel físico, se conserva mientras el circuito dispone de alimentación. Es por esto que si tiramos del cable, el contenido de la memoria principal se borrará.

Sin embargo, está claro que necesitamos que nuestro trabajo perdure en nuestro equipo aunque lo apaguemos. Es por eso que nos tuvimos que inventar el “almacenamiento secundario”, que es el disco duro, la disquetera, la cinta, o una memoria de tipo USB. El almacenamiento secundario más utilizado en los ordenadores a fecha de hoy es el disco duro, y es donde guardamos la mayor parte de nuestra información.

Cuando abrimos un documento, éste se transfiere del disco duro a la memoria principal, y allí es donde lo utilizamos. Cuando lo grabamos, el documento vuelve al disco duro y allí se escribe, por eso si apagamos el ordenador entre medias, perderemos los cambios. ¿Por qué no se edita sobre el disco duro directamente? Porque se trata de un almacenamiento muchísimo más lento que la memoria RAM. Si usted fuera un ordenador, necesitaría unos segundos para escribir el documento en la memoria principal y un cuarto de hora para escribirlo al disco duro... Resulta más productivo modificar el documento en la RAM y luego pasarlo al disco, y además esta tarea no necesita ser supervisada por el procesador, por lo que se puede dedicar a tareas más importantes.

Esto lo entienden muy bien quienes usaron un ordenador antiguo, como un 8086. Estos ordenadores no tenían disco duro, de modo que se arrancaban con un disquete de 5’’. Una vez que el sistema operativo estaba cargado en la memoria principal (cabía entero), se podía retirar el disquete y editar un documento que tuviéramos en otro. Es un ejemplo de almacenamiento secundario sin disco duro.

martes, noviembre 14, 2006

¿De qué tienes miedo?

Precaución: este texto ha sido redactado en un momento de idealismo juvenil descontrolado :-P

Algunos conocidos y bastantes profesionales me han preguntado en alguna ocasión “Oye, ¿cómo puedo proteger un documento para que los demás puedan leerlo pero no copiarlo?”. Y la mayoría de las veces les contesto con otra pregunta: “¿De qué tienes miedo?”.

Evidentemente, no se trata de una respuesta definitiva, aunque es un arma perfecta para despertar la curiosidad en el interlocutor, ya sea un consultor quiere presentar los resultados de un estudio, un artista quiere mostrar su obra o un programador quiere lanzar su programa. Todos presentan un rasgo común: quieren difundir su creación pero no quieren que nadie les copie. Tienen miedo del plagio, de la piratería o del simple uso indebido.

Sin embargo, opino que debemos abordar esto de una manera más positiva de lo que lo hemos hecho hasta ahora: olvidemos ese proteccionismo absurdo. Muchas veces sentimos por nuestra obra un apego similar al que un padre siente por su hijo. Me parece una comparación bonita porque aunque el padre quiere proteger a su criatura, sabe que debe dejar que viva su propia vida.

Generalmente nadie copiará, sin citar la fuente, un estudio que publiques, y el que lo haga lo iba a hacer de todas formas, aunque lo protegieras y colocaras un aviso de copyright gigante en cada hoja. Si no puedo copiar ese párrafo de ese libro que explica algo tan bien, lo parafrasearé y lo haré mío, y no reconoceré su autor original, con lo cual se perderá la referencia. Si el autor me autoriza a citar y a modificar citando el origen, podré trabajar a gusto y posiblemente cite la fuente, con lo que su trabajo quedará reconocido.

A aquel consultor le preguntaría: “¿no prefieres que se divulgue tu estudio y que te citen como autor a que permanezca lleno de telarañas (pero protegido, eso sí) en tu página? Aunque no te importe en absoluto el conocimiento y sólo busques enriquecerte, ¿cómo ganarás más dinero? ¿siendo un perfecto desconocido que vende un estudio o siendo una celebridad que da conferencias?”

A aquel artista le preguntaría: “¿no te sentirás mejor si se difunde tu obra por todo el mundo? ¿no ganarás más dinero si te conoce mucha gente y van a tus conciertos? ¿cobrarás más por una pintura o por ser conocido y organizar una exposición?”

Y a aquel programador sólo le pediría que calculara cuánto dinero le ahorró Linux cuando era estudiante y cuánto cuando empezó a trabajar. Después, simplemente le diría: “devuélveselo”.

¿De qué tenemos miedo? ¿de no enriquecernos? ¿de no ser reconocidos? ¿de que el mundo entero se aproveche de nuestro esfuerzo? Liberémonos de todo eso.

viernes, noviembre 10, 2006

Curso de ética ingenieril (III)

(Música clásica de fondo)

Sean bienvenidos, queridos lectores, a esta nueva edición de nuestro Curso de Ética Ingenieril. En esta ocasión vamos a referirnos al libro "Programación en C", editado por el Departamento de Informática y Automática de la Universidad de Salamanca; en cuya página 164 se nos regalan estas líneas:
El resultado serán dos líneas con las dos primeras estrofas de la famosa poesía de Gustavo Adolfo Bécquer:
Con cien cañones por banda,
viento en popa a toda vela...
Se trata de hacer un programa muy sencillo que muestra esas dos líneas en pantalla. Pero si uno lo lee despacio comienza a sufrir un ataque de nervios que puede llevarle a arrancarse los ojos de inmediato.

En primer lugar, lo que muestra el programa no son dos estrofas sino dos versos. En segundo lugar, no son cien cañones sino diez. Con cien cañones por banda, el velero necesitaría propulsión por energía nuclear para surcar los siete mares. Y en tercer lugar, ese poema, llamado "La canción del pirata" no es de Bécquer sino de José de Espronceda.

El Curso de Ética Ingenieril, comprometido con la corrección y el rigor de los textos de informática, recomienda la adopción de la siguiente propuesta:
El resultado serán dos líneas con los dos primeros versos de la famosa poesía "La canción del pirata", de José de Espronceda:
Con diez cañones por banda,
viento en popa a toda vela...
Aunque si queremos rizar el rizo, siempre podemos escribir:
El resultado serán dos líneas con las siete primeras letras del famoso relato de Yola Berrocal:
Con 2 cañones por banda,
viento en popa a toda vela...
Recomendando encarecidamente la adopción de la primera propuesta, nos despedimos hasta la siguiente edición de nuestro Curso de Ética Ingenieril, no sin antes presentar, a modo de desagravio, las dos primeras estrofas de "La canción del pirata":
Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, El Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.

La luna en el mar riela
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Istambul.

José de Espronceda

¡Y por fin es viernes!

jueves, noviembre 09, 2006

Cada día más humanos

Cada vez se parecen más a nosotros. Desde azafatas electrónicas hasta juguetes de nueva generación tan realistas que resultan inquietantes, todos son productos de una obsesión creciente y un poco preocupante por que los robots sean cada vez más parecidos físicamente a las personas.

A un nivel básico, el que un autómata sea antropomorfo es bastante conveniente: utilizar nuestra propia constitución como modelo para los robots en lugar de cualquier otra hace que las máquinas sean más cercanas y más sencillas de comprender, utilizar y manipular, pues nos es más sencillo relacionarnos con algo que se parece a nosotros. Y es más fácil provocar la ilusión de que una máquina es inteligente si se parece a un humano. Somos así.

Sin embargo, existe una especie de ceguera con respecto a este parecido, y últimamente observo que los ingenieros están muy interesados en que los robots se parezcan absolutamente a los humanos: hay que imitar rasgos faciales, expresiones y movimientos... lo cual a muchos nos parece bastante absurdo.

Me pregunto por qué necesitamos que los robots se nos parezcan tanto, sobre todo cuando siguen sin ser tan potentes como cabría esperar: todavía no son capaces de resolver con eficiencia todas las labores domésticas, ni siquiera les hemos enseñado a hablar con corrección... ¿para qué queremos entonces que sean iguales a nosotros? Es empezar la casa por el tejado: disponemos de preciosos androides clavaditos a su ingeniero jefe que no son capaces de hacer nada. Dicho de otro modo ¿para qué queremos un coche precioso si no tiene motor?

¿Por qué no nos ocupamos primero de lo verdaderamente importante? ¿Por qué no nos esforzamos en obtener un robot que sea capaz de hacer algo y de hacerlo bien? Luego ya nos ocuparemos de que sea guapo. Supongo que el motivo es bastante sencillo... es mucho menos espectacular un Asimo que un Actroid... aunque sea bastante más útil.

¿Que qué he dicho? Les hablo de estas dos criaturas. Por un lado el Asimo, de Honda:


Y el Actroid:


A simple vista todos nos quedaríamos con éste :-P El hecho es que Asimo es capaz de correr, mover mesas y bandejas, y aunque Actroid habla cuatro idiomas no puede ni andar... (pero eso sí, responde algunas bromas...)

Robots como este último están bien para lo que valen: conseguir publicidad, una mención en los informativos y que algunos empresarios paguen 800 dólares diarios por tener una recepcionista (con ese salario, ya puede ser buena...). Sin embargo, quizás deberíamos dirigir nuestros esfuerzos a conseguir robots que sean capaces de ayudarnos o de hacer algo que nosotros no podamos. En este sentido iniciativas como Asimo van por el buen camino: construir máquinas que realicen trabajo “físico”, que es el más peligroso para nosotros y para el que un robot puede estar mejor preparado.

A veces camina un poco como Chiquito de la Calzada, pero resulta bastante convincente... A mí me gusta más que la azafata-que-no-puede-caminar, aunque supongo que es efecto del famoso “Valle Inexplicable”, consecuencia del hecho de que percibimos como extraños o amenazantes a los robots que se parecen mucho a nosotros...

Este gráfico (Wikipedia) relaciona la respuesta emocional de los humanos con el antropomorfismo de un robot. Además, lo explican francamente bien en este artículo.


Curioso, ¿no les parece?

miércoles, noviembre 08, 2006

E-learning: aprender por Internet (y II)

Nota: Este artículo es continuación de este otro.

El e-learning supone una revolución en muchos aspectos. Posiblemente la más importante es esa inversión de los papeles tradicionales que comentaba en la entrega anterior, y que tantos beneficios ha tenido. En realidad, si uno lo piensa, no se trata de una gran revolución tanto como de un regreso a un esquema de enseñanza muy antiguo, basado en un profesor y unos alumnos muy activos e implicados, donde el docente era más un “mentor” que un funcionario gris que da clases para asegurarse un sueldo.

En la formación on-line la metodología es bien distinta. Generalmente la comunidad educativa conforma una comunidad en Internet en la que, a través de una plataforma determinada, el profesor lleva a cabo su objetivo de capacitar a sus alumnos. Esta capacitación suele desarrollarse en varias fases. En primer lugar, lo normal es que el docente deje a disposición de sus alumnos diverso material para su estudio y elaboración. Lo segundo suele ser plantear ejercicios que se realizan, generalmente, en el foro público de la comunidad. También tendrán lugar debates que el profesor planteará, se supone que con algún tipo de pregunta provocativa o afirmación dudosa. Tras la discusión de los alumnos, el profesor realizará las correcciones pertinentes.

Si los alumnos responden y se implican (lo cual sucederá en la mayor parte de las ocasiones), el proceso habrá sido un éxito. Como tareas complementarias, a veces se plantean test o el envío de prácticas. Todo ello a través de Internet, con las ventajas que conlleva.

Curiosamente, muchas personas ponen en duda la efectividad de este esquema recurriendo al argumento de que la vía ideal para educar es la presencial. Y yo les preguntaría: ¿que un alumno se duerma en clase es educación presencial? ¿que un profesor aburra a su audiencia durante una o varias horas es educación presencial? ¿estamos más presentes a las ocho de la mañana en un aula fría o una tarde frente al ordenador? En el e-learning, quizá lo más importarte es que el alumno tiene que dar un paso adelante para aprender: necesita reservar un momento, acceder a la plataforma, y allí, aprenderá. Pero el impulso nacerá, necesariamente de él, con lo cual tendrá una mejor disposición. Igual el alumno está más atento durante media hora después de cenar que a primera hora de la mañana, y aprovecha mucho mejor ese rato que una mañana de clase sin descanso. Claro que puede resultar que otro alumno prefiera otro horario. En ese caso tampoco hay problema, este esquema educativo se adapta como un guante a los ritmos y costumbres de las personas.

El esquema de educación actual está tan perjudicado por un mal que lo invade todo: el desinterés. Unido a la pasividad del profesorado o a la falta de curiosidad de los alumnos ha provocado que la enseñanza actualmente pueda llegar a significar una clase de una persona a la que sus alumnos no le importan absolutamente nada y unos alumnos que lo quieren todo hecho y no desean esforzarse.

Por supuesto hay excepciones: existen todavía fantásticos profesionales con gran vocación capaces de encender la llama de la curiosidad en el alumnado y satisfacerla con sus conocimientos. Otros, sin llegar a estos extremos, no lo hacen nada mal. Pero otros son verdaderamente inútiles.

El e-learning no se libra de estos males: muchos profesores se demuestran absolutamente inútiles a la hora de interactuar con sus alumnos por medios no convencionales. Otros carecen del compromiso y del interés suficiente como para ofrecer temas y debates interesantes. Otros sencillamente no han entendido lo que implica la formación on-line. Estos últimos son mayoría.

Tampoco esto es el fin del mundo. La formación on-line tiene, como la presencial, muy diversos problemas. Quizá el más importante es que requiere de un grado significativo de madurez por parte del alumno y del profesorado, por lo que suponemos que quedará relegado casi permanentemente a la educación superior.

No obstante, se trata de una apuesta innovadora e interesante, especialmente para las empresas o sus trabajadores, que debe ser tenida muy en cuenta en los próximos tiempos. Y como tantas buenas ideas, merece ser divulgada. En ello estamos :-)

lunes, noviembre 06, 2006

E-learning: aprender por Internet (I)

Desde sus orígenes hasta el día de hoy, el concepto de educación ha variado muy poco. Tal vez demasiado poco. En esencia, se sigue haciendo lo mismo que hace varios siglos. Un profesor llega, los alumnos esperan. El profesor explica, los alumnos se esfuerzan por entender su explicación; y se supone que normalmente habrán de hacerlo.

Este esquema, aunque ciertamente venerable y repleto de bondades, resulta en ocasiones un fracaso. No es este el lugar para reflexionar sobre la educación en sí, pero los lectores estarán de acuerdo que la enseñanza puede tener un reverso tenebroso bastante complejo. No todo son profesores atentos y altamente cualificados... muchos profesionales de la educación no logran hacer llegar el conocimiento a sus alumnos, y esta es una situación condenada a perpetuarse. La educación convencional no es un paraíso: no es perfecta. Y partiendo de este hecho, vamos a poder aproximarnos a otras alternativas con la mente más abierta.

La alternativa más seria en la formación convencional que tenemos a día de hoy consiste en la educación a distancia, que demuestra tener resultados razonablemente bueno a pesar de haber prescindido del modelo educativo tradicional. Por otro lado, la educación a distancia requiere de comunicación a distancia, y nos encontramos inmersos en la era de la intercomunicación. Podemos pensar entonces en la tecnología como medio para llevar a cabo la educación a distancia más pura, que es el modelo utilizado, por ejemplo, por la UNED.

De hecho, desde hace unos años se apuesta por la tecnología como motor conductor de este tipo de formación, hasta ahora basado en libros y material que los alumnos compraban y en trabajos que remitían periódicamente por correo postal a su profesor. Este esquema resultaba muy caro y bastante lento, y los ordenadores permitieron en un primer momento hacerlo más accesible.

Sin embargo, el papel de Internet y la tecnología en la formación no acaba aquí: de manera paralela a su creciente utilización en el ámbito formativo, fueron incrementándose las alternativas disponibles en la interacción entre profesores y alumnos.

En principio, todo el uso que se dio de Internet en un entorno educativo estuvo reducido a páginas que servían como almacén de temas, cuestionarios, enlaces, bibliografía... en un papel de mero sustituto del papel. Sin embargo, hubo un momento en que a alguien se le ocurrió que además podía proporcionar un foro y un chat a sus alumnos y fomentar así una interacción más directa. Para animar el foro, decidió incluir algunos mensajes animando a sus alumnos a dar su punto de vista sobre la asignatura. Los alumnos respondieron y se generó un debate fantástico.

Posiblemente, sin saberlo, acabada de tener un gesto revolucionario al invertir los papeles y salir al encuentro de sus alumnos: ya no eran ellos quienes acudían desmotivados a clase a dormir: ahora tenían algo que decir, y sentían que sus conocimientos podían resultarles útiles. Con el tiempo, los alumnos estaban absolutamente enganchados al foro, y muchos se habían hecho amigos. La experiencia había sido un éxito.

Había nacido el e-learning.

Vacaciones accidentadas

Tengo que confesarles que me largué de puente con total nocturnidad y alevosía. En principio iban a ser sólo un par de días, pero un servidor cayó víctima de faringitis, por lo que hubo de prolongar su descanso hasta el día de ayer. Una faena o una bendición, según se mire ;-)

Pensaba actualizar SF si pillaba alguna Wifi desprevenida, pero como al final no pude salir mucho, tampoco pude buscarla, así que he llevo varios días incomunicado... y salvo el correo que atendí a principios de semana, el resto se ha ido acumulando hasta resultar inabordable.

Acabo de revisarme casi trescientas entradas sin leer de los blogs y páginas a los que estoy suscrito y estoy verdaderamente aturdido... en este momento no sé si es Trebol-A quien está en Noruega o si Punset ha sido el artífice del nuevo diseño de Barrapunto... (Ahora me hace más gracia que nunca eso de "la tecnología simplifica nuestras vidas" :-P)

Estoy plenamente repuesto y hasta con ganas de trabajar... ¡nos vemos pronto!